Los aviones de la I Guerra Mundial o «Gran Guerra» tenían una estructura básica y simple : una estructura de madera y/o metal recubierto de tela o laminas de chapa. No fue hasta el final del conflicto que aparecieron los primeros aeroplanos enteramente en metal. En este articulo os indicaremos unas sencillas pautas para imitar la textura y aspecto del material textil (lino, acetato de celulosa, tul, seda, etc.), con el que se cubrían la mayoría de los aviones de la época.
Todas las técnicas aquí explicadas, están realizadas combinando un trabajo de aerografía con retoques a pincel. La utilización del aerógrafo, adquiere un lugar destacado durante el proceso. Sabemos que a muchos de vosotros, esta herramienta os produce rechazo, por lo caprichoso de su comportamiento y su difícil control… os aseguramos que es todo cuestión de practica y “echarle horas”. Una vez domado el diabólico artilugio, descubriremos el inmenso horizonte de posibilidades que nos ofrece.
El tejido conocido como “lino”, era un material muy común con el que cubrían la estructuras de los primeros aeroplanos. Dicho material era tratado con barnices, almidones y otros productos, que a la vez de proporcionar protección daba rigidez a la tela. La variedad cromática de este material, pues, es muy amplia. Si decidimos realizar nuestro particular catalogo de colores, os proponemos un trío de tonos, realizado con mezclas de acrílicos de la marca Tamiya. Tomamos la guía Federal Standard 595b, con las siguientes sugerencias : FS17778, FS23727 y FS33722.
¿Federal Standard 595b?,… en mi tienda habitual me han mirado de forma rara cuando lo he pedido. Tranquilo, prueba a pedirle colores de Gunze Sangyo, gama “Aqueous Hobby Color” referencias : H79, H85, H321 y H336. Cualquier tono es valido, para gustos los colores.
Si optamos por utilizar el pincel, nuestra marca preferida es Vallejo, en su gama “Model Color”. Tomar nota de las siguientes referencias : 70976, 70858, 70916 y 70917.
Uno los problemas habituales a la hora de pintar piezas pequeñas es la forma de sujetarla y salvar nuestros dedos. La masilla reposicionable o un simple palillo insertado en cualquier parte de la pieza son perfectas.
El interior lo cubrimos con una fina capa aplicada con aerógrafo con acrílicos de Tamiya (FS23727). La pintura la rebajamos con el disolvente de su marca (ref. X-20A), en una proporción de 60% disolvente y 40% pintura. Recordar una de las reglas de oro del aerógrafo : “mejor 5 o mas capas muy diluidas que 1 capa espesa”.
Aguardamos un tiempo prudencial de 2 horas aprox., y eliminamos el polvillo y pelusas que pueden adherirse después de cada capa o fase de pintura con el aerógrafo.
El Fokker Dr.I, lucia un peculiar camuflaje aplicado en fabrica denominado “streaking”, cuando pintemos el exterior abundaremos de forma mas profusa en este punto. Por el momento, vamos a simular de forma sutil el reflejo de dicho esquema producida por la luz ambiente a través de la fina tela que cubría el avión. El color base, lo tintamos ligeramente con una gota del color predominante de la cara externa (XF-62 de Tamiya).
Aplicamos líneas verticales paralelas de diferente grosor siguiendo un esquema predeterminado. La proporción de disolvente/pintura ha de ser alta (80% de disolvente), para conseguir un delgado filtro. Cuando mas fluida sea la mezcla, el movimiento de aerógrafo he de ser mas rápido para evitar que la pintura forme charcos.
Con la misma mezcla anterior, marcamos una serie de líneas con un borde mas duro o nítido. Nos ayudamos de cinta de enmascarar de 17,8 mm., aplicando una fina línea con aerógrafo en el borde de la cinta.
Igualamos y suavizamos contrastes excesivos con finas capas de color base disuelto a un 90%. Al aplicar una mezcla tan cargada de disolvente, alejamos el aerógrafo y respetamos el tiempo de secado entre capa y capa.
Cambiamos de color para imitar el cambio de tono producido por la fusión de diferentes materiales (lino/madera o metal), así como las áreas angulosas y profundas. Elegimos el color XF-59, de nuevo muy rebajado con su disolvente (80-90%).
En el tabique de separación (pieza C12), no hemos aplicado el proceso anterior de reflejo del camuflaje exterior, ya que su posición dentro del avión no le afecta dicho fenómeno. No así el degradado en entre diferentes materiales, en este caso lino/metal y cuero.
Una vista general del proceso concluido en las partes afectadas : ambas mitades del fuselaje y tabique interior.
De nuevo atenuamos los contrastes bruscos con el color base muy rebajado (90%), como ya hemos hecho anteriormente.
Abrimos nuestro estuche de pinceles. Con acrílicos de Vallejo (ref. 72091, 70914, 70877 y 70858), rebajamos con agua y damos diminutos toques de formas irregulares para imitar pequeñas manchas producidas por líquidos y fluidos del uso operativo del avión. Cuando la pintura seca, deja un cerco a su alrededor que imita el efecto que buscamos.
Concluida el trabajo con el pincel, nuestro triplano va adquiriendo una riqueza cromática que imita el aspecto operativo que con el tiempo estos frágiles aviones reflejaban. El grado e intensidad de desgaste es muy personal y depende de nuestros gustos… la maqueta y el tiempo empleada en ella es tuyo y tu decides.
Vamos a dar una vuelta de tuerca mas. Vamos a aplicar un filtro con una mezcla de marrón y negro altamente diluido (al 95%), que llevamos tiempo utilizando y da muy buenos resultados. La pega de aplicar un filtro tan rebajado, es que para conseguir su efecto idóneo hemos de subir la presión de salida del compresor y mover el aerógrafo con rapidez y precisión.
Terminada la aplicación del filtro anterior. Dicha mezcla la empleamos en la mayoría de nuestras maquetas. En la practica se trata de una “sombra natural”, que os recomendamos experimentéis, los resultados y la modificación de tonos es asombrosa.
Ya hemos terminado con el color lino… no os asustéis, lo dejamos aquí. Si consideramos que los contrastes para nuestro gusto son muy fuertes, ya sabéis : color base muy diluido y corregimos.
You must be logged in to leave a reply.